Para dejarte ír
Lucidos instantes, días perturbados, vívidas noches viendo caerse el cielo gota a gota. Con nuestra vaga quimera, plasmada en un lienzo manchado por un expreso derramado, un par de lágrimas vueltas sal y un sentimiento ya inefable. Esperé placido en la penumbra matutina que procede meticulosamente los primeros rayos del sol, a que llegase un...