Estella y el polvo de la calle Bagnolet
Acababa de cargarla. Mi novia de entonces, una irlandesa con el nombre de la hija del dios mitológico Mannanán mac Lir, venía de cazarme practicando el woogie woogie con una bailarina que me hacía sentir como si tuviera quince años a los treinta y que, todavía a día de hoy, el simple hecho de rozar...