El esclavo de la calle.
Madrid, Gran Vía. El ruido de los charcos contra las suelas de sus zapatos se mezclaba con el bullicio y la secuencia cíclica de los cláxones, las voces y los estruendos de la ciudad, pero para él ese era el único sonido perceptible. Quizá porque en las grandes ciudades todo es en cantidades descomunales que...