EL VIAJE QUE CAMBIÓ MI VIDA
Viajar es un placer, decían… Y aquí estoy, montada en un camello de unos dos metros. No sé con exactitud hacía dónde mirar, pues a cualquier lado que lo haga, el pánico es mi compañero inseparable en estos momentos. Hasta hace poco era un personaje gris, apenas salía de casa y el trayecto más largo...