El hombre a mi lado
Fue así que, desnuda ante la vida, sin ninguna prenda que me abrigue más que su calor interno, decidí terminar el mejor viaje de mi existencia, el viaje donde se me permitió escapar, al menos por unos segundos, de ésta realidad. Era un 12 de julio, lo recuerdo muy bien. Me encontraba en el autobús,...