SIN UN SUELO BAJO LOS PIES.
De camino al bar, Juan cruza la plaza para pisar ese suelo gomoso, amable, menos duro que el del resto del mundo. Le gusta caminar sobre esos suelos de los parques infantiles que ablandan los golpes a los niños y le aligeran a uno el peso de ser mayor. Esa sensación de flotar, de caminar...