La epopeya de un día cualquiera
Sabía que antes de las cinco y media de la mañana, bajar a tomar la camioneta era realmente peligroso, tampoco podía darse el lijo de llegar tarde a su trabajo y es que los trabajos formales para algunos no abundan y en la informalidad, la vida se llena de penurias, bastaba preguntarle a su primo,...