AQUÍ TE ESPERO
Sabes…el ocaso se ha puesto placenteramente anaranjado mientras sostengo un pocillo con tinto caliente…observo con la serenidad descubierta después de la inocente locura infantil, luego de la incertidumbre juvenil y finalmente al fin de la angustiosa adultez Adriana…puedo decirte con la seguridad de los pies que aún me sostienen, el camino no será fácil, te...