PETICIÓN DENEGADA
Querido padre: Si es que puedo llamarle así aun sin conocerle. Déjeme decirle que de niña admiro las piedras, fuertes, solas ruedan sin sentir dolor. ¿¡Me he rodeado de ellas sabe!?. Como dice en el dicho, el que anda con lobos a aullar aprende. Ahora comprende el porqué me niego ante su petición de visitarle...