Tu presencia se asemeja al insomnio que una pesadilla genera. Me asfixias y me dejas sin razón, con la misma idea una y otra vez.

No eres más que una visión de noche, una fantasía de un lejano sueño de la infancia, y hoy solo nos queda el adiós amor mío.

Porque desde esta bahía el sol parece tan lejano, tú me pareces tan lejana.

Me encantaría poder tener la flexibilidad, la destreza para poder plasmar en tu nombre todas las maravillas. Pero tengo que ser sincera, aquí en este papel la vida parece mucho más vacía.

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