DEJAVU
Andaba solo por algún camino. Ni su Dios le respondía y en cada paso más le pesaba su destino. La vieja idea de quitarse la vida reapareció en su cabeza. Nadie notaba su presencia. Al llegar al borde del precipicio, gritó: —¡¡¡Dios!!! ¿Por qué me abandonaste? Y se dejó caer… —Pero… ¿Por qué no se...