Cimas, Sumas y Cuestas
Con cada paso el corazón se inflama en las sienes y el sudor escuece al bordear la mal formada ceja. Preparas la garganta para la gloria consciente que también se susurra en el descenso. El rastrojo del camino con el roce se enciende, avivando las hogueras de tus piernas. Y sigues, a sabiendas que la...