Idea prematura.
Siete años tenía cuando miraba a mis dinosaurios de plástico, los recuerdo muy bien, era un clásico tiranosaurio rex y un triceratops; con ellos viví mil aventuras. Paseaban, jugaban y dormían haciéndome compañía. En mis sueños yo era un jinete de dinosaurios, gracias a su fuerza ganaba muchas batallas, logrando con ello reconocimiento en todo...