El Ser como un Poder Ser
Se trata de un ensayo filosófico del tema el ser como poder ser. En la primera parte, plantea postulados centrales de la teoría racionalista y la empirista. El racionalismo impulsado por René Descartes (Siglo XII y XVIII) plantea la razón como fuente principal y única base de valor del conocimiento humano en general, pensamiento moderno que instaló el sentido del ser como totalidad y la verdad como objetividad, lo real es medible y cuantificable. El empirismo, que se plantea como una crítica al racionalismo, al plantear que el conocimiento proviene de la experiencia (David Hume); la verdad viene constituida por la propia experiencia sensible, se preguntan que hay más allá de los datos que nos proporcionan los sentidos? Esta discusión es importante para comprender el ser no como un problema ontológico, sino como un tema teleológico. Así mismo, el texto se nutre de los planteamientos del filósofo Alemán Martin Heidegger (Siglo XIX y XX), quien impulso la corriente existencialista, basada en el sentido y propósito de la condición humana. Se pregunta por el sujeto y su modo de existir frente al universo como experiencia individual. Reflexiona sobre el sentido de la existencia y el modo de asimilarla. Este pensamiento se opone al racionalismo y al empirismo, centrados en la valoración de la razón y del conocimiento, igualmente, se nutre de la fenomenología, que plantea volver sobre la experiencia, para analizar el proceso en que las cosas mismas aparecen, tal como lo afirma el autor: “No es ese ahí, un lugar donde la curiosidad se une a la observación, sino el lugar donde la palabra muestra su situación, y donde no se revela un instrumento de efectividad ni de adecuación de hecho, ni evento dispuesto a coexistir en la evidencia de lo existente, y donde el ser no habla como una experimentación de lo real sino como compresión”. En la segunda parte, se plantea una reflexión filosófica sobre temas trascendentales como la vida, la muerte, la política, donde desarrolla tesis sobre el devenir del ser en la contemporaneidad donde la historia parece disolverse y el sujeto aparece como acontecimiento frente a la desaparición del tiempo y del espacio donde la verdad y lo real se movilizan entre el ser y la nada. El presente texto tratará, en lo posible, de hacer claridad sobre el Ser, visto como un Poder Ser y una posibilidad abierta, contrastada con la visión puramente determinista de la conciencia, que valorará al ser, no en un sentido estrictamente ontológico, sino más bien, en un sentido teleológico; es decir, el ser como estructura, hecho para poder ser. Es ahí, donde se presenta su conformación primera, y a partir de esta realidad -toma forma lo real, y si se tiene en cuenta que el ser está abierto, hace posible todo lo real- Frente a un ser únicamente determinador de la realidad, se contrapone un ser hecho de pura posibilidad. Al darse así, lo real siempre será un correlato donde puede acaecer el ser. Es más importante para comprender el ser, advertir su acaecer, pues sin tal hecho no se advierte la contextura de todo ser. Si para ser algo, se necesita como condición primera poder ser, se hace necesario que la realidad tomada por el ser, se presente al ser desde su poder ser; pero también, hay que aclarar este poder ser, una especie de totalidad formal, sin la cual no se puede tener idea hacia donde está dirigido el ser. Este texto hace énfasis en la correlación “poder ser y realidad”, y la muestra desde una diversidad de tematizaciones. Se asegura, también, la posición de perspectiva ante la problemática del ser.