A contratiempo
Crecieron sin control las llamasel día que jugamos por azara echar al fuego nuestros dominios. Ardió el énfasis con el que habíamos protegido las lindes de la combustible rutina cuando aún nos faltaba valorpara quedarnos con lo puesto si nos desvestíamos. Apostamos como gandules cerebralesa la pira más alta, sobre una mesa en abstractode almuerzos...