Las Negras fueron un wáter
Mi amigo L. introduce el dedo en la pequeña bolsa. Lo mueve sutilmente hacia los lados, raspando con delicadeza las paredes del polímero al que están adheridas moléculas microscópicas de 3,4-metilendioximetanfetamina bajo la simple apariencia de una pequeña bola de sal o azúcar, asimétrica, irregular, impura, prometedora, tan amarga que uno solo quiere beber cerveza...