Un trabajo … nada más
Despertó temprano. Quitó de los labios la piel que se había desprendido durante la noche. Siempre que hacía frío comenzaba la mañana con aquel tirar de pellejos. Con lentos ademanes buscó sus chancletas e introdujo sus enormes pies en ellas. Quedaron trocadas. Ambas tenían sendas abolladuras que delataban que no era la primera vez que...