Tres voces
No hay nada como la intensa fragancia de la lavanda. A lo mejor también encuentro, por aquí cerca, dientes de león: luego miraré para llevarles un buen puñado a mis verderones. La dichosa gota me está dando el follón. Maldita sea, tengo el pie convertido en un mazacote informe. ¡Carmen, siéntate, no te vayas a...