LA SOPA DE PESCADO
Carlota llegó del mercado con la bolsa rebosante. La casa se llenó de aromas. Mi abuela corrió a quitarle a su hermana el papelito de la cuenta que traía en la mano. Para ella era imprescindible revisar los números, remarcarlos, hacerse grande con ellos, encontrar signos que para otros podían resultar indiferentes. Mientras apios y...