Libertad acogida
La desolación es mi nombre, la palabra mal augurio es mi apellido, la soledad inunda cada rincón de mis días. Llevo el pelo sin cortar, la ropa que llevé durante años, zapatos viejos y pequeños… Sus suelas están gastadas, pero aún queda mucho camino por recorrer. Sin tiempo, no podíamos respirar. Aún recuerdo las voces que...
