Dos veces muerta
En el principio… ¡Agua! ¡Tráeme un vaso de agua para beber! Escuchó la voz de un hombre a su puerta. La viuda no acostumbraba abrir la puerta, ya entrada la tarde; pero la presencia de aquel hombre la perturbó. Silenciosa acercó su ojo a la cerradura de la puerta y en un movimiento descuidado el...