El precio del progreso
Despertó sobresaltada, sentía que había dormido años, sin embargo la estridente alarma de su móvil no daba lugar a errores, sonaba de lunes a domingo siempre a la misma hora con la misma persistencia, siempre y cuando no descuidara la batería, un importunio que pronto, dicen, será solventado, aunque ya nada puede salvar a su...