Ubuntu
África miraba las manecillas del reloj, tic tac, tic tac. Nadie venía a recogerla. Era su primer día y rebosaba de ilusión. Esperaba tranquila en la puerta del colegio pero sus manos gélidas anunciaban un invierno en su corazón. Ya sólo paseaba el viento, el murmullo de los niños se había desvanecido. Era pequeña pero...