Sir Godfri y el dragón
Huesos y armaduras chamuscados crujían en la oscuridad bajo los escarpines de sir Godfri. Cada paso elevaba una niebla corrosiva. Un cráneo se pulverizó en un polvillo rencoroso que subió a buscarle las cosquillas al yelmo. Sir Godfri tuvo que encogerse violentamente para reprimir, en silencio, el estornudo. El encuentro de ambas fuerzas, estornudo y...