Luciérnagas
Por su brillo torcido y distante, sobre todo la noche en que se mueren las flores, pensaba que sería fácil enamorarme de un poeta. Pero no, lo realmente sencillo fue desenamorarme del poeta. O así lo veo ahora, sentada en el bordillo de la piscina, en esta calurosa tarde de Julio. Mi hija juega en...