los invisibles
Hace ocho años me mudé acá. Fue tras un nuevo fracaso. Otra vez sólo yextrañando una hija de dos años, con cuarenta y nueve.Así llegué a este conventillo vertical. De entrada, fui abordado porcaras obesas, amargas, desconfiadas. Propietarias, de las ventanas porlas cuales se descolgaban, con el fin de no perderse nada delcontenido de mis...