Brincando el tiempo en el vuelo
Le gustaba emprender el vuelo al ponerse el sol, cuando los dardos del disco ardiente acariciaban delirantes las espigas, y éstas ayudadas por el viento, rozaban las caderas vibrantes de aquella que dejaba mecer su cabellera rubia en los pechos dorados de su nueva amante. Justo cuando esos volcanes hacían erizar cada vello reflejando el...