El desván
Recuerdo nítidamente el día en que mis padres me dijeron: «Nunca, jamás, bajo ningún concepto ni excusa, se te ocurra ir al desván». Me acuerdo perfectamente porque recibí de golpe el conocimiento de lo prohibido en el estómago. Ellos alimentaban mi curiosidad con su silencio. Por mucho que preguntara el porqué, nadie estaba dispuesto a...