COSAS NUESTRAS
Llevaba puestos los anteojos negros porque lloraba de corrido. En ese estado llegué a la oficina, pero una vez adentro tuve que sacármelos. Todos los compañeros de trabajo me miraban apesadumbrados, apenas los saludé. Dos de ellos ya me estaban esperando con una caja grande con tapa en la que tenía que poner las cosas,...