Un balcón de la calle Antillón
Desde allí podía ver el Puente Segovia, la «Casa Campo» y medio Madrid. Amaba aquella casa, la ciudad… La silueta de su mano quedó aferrada a la antigua barandilla del balcón cuando la obligaron a marcharse de la calle Antillón. Ese balcón, que había sido su faro, su mástil vigía… Todo contra su voluntad, nadie...