TODAS LAS FAMILIAS FELICES
Todas las familias felices se parecen y la nuestra no iba a ser menos. Mis padres, y en eso no eran una excepción, proyectaban en los hijos sus expectativas y frustraciones. Los domingos después de comer, oscurecían el salón, apartaban mesas y sillas y cubrían el suelo con toallas, por si goteaba. A continuación nos...