Al final de la esperanza
De esperanza solo le quedaba el nombre, o ni eso, ya que nadie parecía recordarlo. Aquel nombre que tan pomposo sonaba en las recepciones y ceremonias de antaño, envolviendo de pedrería y luz el simple recuerdo de su belleza. Nunca nada pareció tan lujoso como pronunciarlo acompañado de sus innumerables y fastuosos apellidos.<?xml:namespace prefix =...