Aunque lo pretendan
Sabe que están ahí, detrás de él. No puede oír sus pasos, pero los siente, una presencia que augura males y desgracias. Intenta huir de ellos, sin estar seguro de quiénes son y qué razones tienen para perseguirlo. Lo único que tiene claro es que no quiere que lo alcancen. Corre por las calles solitarias...