SER

No sé si estoy despierta, dormida,………. Siento algo, alguien llora a mi lado, me cuesta respirar, no puedo hablar, descanso un rato y pienso, ahora sé que tengo muchos cables que me conectan a una máquina, oigo voces, algunas amigas otras desconocidas, se me escapa una lagrimilla, buscan una solución que no existe y no puedo opinar,…………vuelvo a estar ausente, y de repente el olor de mi madre me invade, no sé cuánto tiempo ha pasado, MAMÁ. No llores mamá, los religiosos te piden paciencia nombrando a su Dios, los médicos esperanza alegando soluciones que dicta su diosa tecnología. ¿Quién es el verdadero dios?, el HOMBRE.
Ése que inventa cuando no puede demostrarlo y sienta criterio cuando algo ilumina su imperfecto cerebro. Los seres humanos, amparados por una ley que impide ser libre y alarga el sufrimiento del enfermo y los suyos. Otra vez ausencia, luego dolor, terrible dolor, es un respirador, no quiero eso, me sangran las encías, y por un momento he oído un llanto, y vuelvo a mi ausencia, pero me duele la garganta y me sabe la boca a sangre…
Hoy mamá me ha leído, le oía pero no retenía, noté un beso en mi mejilla, húmedo por su llanto, pero quizá no fue el mismo día, un segundo de lucidez, y el resto dolor y ausencia.
Soy etérea,  esclava de la diosa tecnología y esclava de creencias religiosas.
Un instante, alguien agarra mi mano o lo poco que siento de ella, su tacto me recuerda a………………………… es mi PADRE, quiero preguntar por Z pero no puedo hablar. Me pierdo de nuevo.
Vuelve a ser hoy, seguro que no, quiero descansar y que los míos descansen.
Voces, una voz me habla con cariño, me cepilla el pelo y me asea, voces al fondo, no entiendo qué dicen, sólo “si lleva ya tres años así”, angustia, desazón y miedo, mucho miedo, PÁNICO. El corazón se acelera, arritmia, pero el milagro de la técnica inyecta una sustancia en la vía por la que me alimentan y otra vez AUSENCIA.
¿Hasta cuándo?
Dios y la tecnología son los que deciden. ¿O es el hombre?