DUALIDADES
Y de pronto me encontré ahí, sin saber porqué, pero podía sentir como un escalofrío recorría mi cuerpo haciendo erizar todos y cada uno de mis vellos. No cabía duda, lo tenía que hacer. Aquel lugar me recordaba ciertamente a mi hogar, refiriéndome pues a ese sitio acogedor y caluroso en el cual me sentía...