– Cariño, he hablado con Papá y nos quiere regalar una cosa muy especial, solo para gente como nosotros
– Ah siiii, qué es? – con mueca de satisfacción fingida.
– Un auto-model, sí, ya sabes, un robot a nuestra imagen y semejanza que nos puede sustituir en eventos o incluso en el trabajo…
– Ya, replicantes de plástico – con mueca de hastío.
– Hombre, si fueran replicantes de plástico o muñecos hinchables no valdrían el pastizal que valen, casi 1.000.000 créditos.
– No es porque sea de tu padre el regalo, pero a mi me motivaría más el dinero.
– Qué capullo eres! Pues yo si que me lo voy a hacer.
*****
Aún tenía el temblor agradable del que se había empleado a fondo durante la última hora en la actividad sexual y chupaba con pasión  un purito habano como si del seno de la vida se tratara, mientras, mezclaba con cognac el sabor frambuesa de la boca y el sexo de ella. La contemplaba y no se cansaba de admirar las sombras que sobre su voluptuosa forma recubierta de piel proyectaban las diferentes lámparas que artificiosamente decoraban la estancia, el olor a hembra que le había impregnado entero completaba la decoración y se sentía muy satisfecho.
– Eres una máquina… ja, ja,.. en el sexo quiero decir. – Dijo él queriéndose.
– Yo soy lo que tú desees.
– Quería decir que tu sexo es mejor que el de ella.
– Soy tu esclava, estoy para satisfacerte.
– Aunque…. Hubo otras que merecieron también estar en el podio
– Tuviste amantes en vida de tu mujer? – Intentando mostrar una mueca de sorpresa
– Por supuesto, o te crees que un macho como yo se tiene que conformar con una sola mujer o una máquina como tú.
– Eso no está bien, la directiva 112 contempla como indiscutible la fidelidad con la pareja. – Logró fruncir el ceño
– Nos ha jodido!!, Como que ella fue la que te programó, ja, ja, .. para que hablaré de esto con una máquina. – Dijo mientras balanceaba la copa de cognac y miraba a su través.
– No entiendo, yo debo servir a las directivas… – Se mostró ella confusa
– Yo contravengo las directivas que me salen de los cojones, y si se lo hacía a ella, tú que eres un trozo de …. de…
– Aluminio bionizado con salutinio carbonatado – Dijo ella con orgullo
– Joder, le echas un buen polvo a una muñeca hinchable y se cree la Reina de Saba, la ostia!! – Mostrándose ofendido
Mientras su cuello luchaba por ensancharse y sus manos por asirse y permitir que pasara algo de aire, su mirada atónita se dirigía a ella que tiraba de la cuerda que motivaba aquella opresión…
– Te castigarán, monstruo – Asibilando cada palabra, mientras se balanceaba
– A mi?, a una puta muñeca hinchable? No pudiste asimilar la muerte de tu mujer después de una larga enfermedad y decidiste suicidarte, los Auto-model no podemos causar daño.
– Pero si me estás matando!!! – Desaprovechando el aire que tenía
– La directiva 333, me lo permite. Aunque a ti ya todo te da igual….
*****
Ella con desinterés continuaba respondiendo en la computadora a todas las cuestiones referentes a carácter, estado de ánimo, preferencias, etc, etc, etc. Terminó el último formulario y se lo dijo a la azafata que estaba en la sala, esta le reubicó en otro puesto que tenía un cartelito que decía «Directiva 333″:
– Es el último requisito – Dijo comprensiva la azafata
– Menos mal, estoy agotada de dar datos de mi misma, esta máquina sabe más de mí que mi marido.. – Dijo risueña
– Lo sé, vamos a ver, la idea de la directiva 333, es que ponga la guinda o el ideario básico en una frase que será la clave de su Auto-model. Antes que me lo diga, ejemplos, » Mujer humilde con carácter explosivo», » Mujer picante pero ingenua», » Mujer indolente y superflua», vamos, lo que quiera, su alter ego, su contraria o su alma gemela. Ah y además es secreta, nadie podrá conocerla nunca.
DIRECTIVA 333: » Mujer servil pero si se contravienen las directivas, entonces muy orgullosa y firme»

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