A las puertas del abismo
Allí estaba Yo, a la deriva en un océano de eternidad, donde el tiempo se evapora como el agua y es imposible medir, flotando en la tabla de mi pensamiento. Me encontraba ahogado en cuándos y porqués, sobreviviendo con el único oxigeno que me proporcionaba el como, porque lo que si sé es como empezó...