olvidando el recuerdo
Sin atreverme a dar un paso más mis pies anclados al suelo se detienen junto a la puerta. Él — ¡Joder! ¿Qué haces? Maldita sea, me has dado un susto de muerte, ¿te has tomado la pastilla? — ¡Sí! Me la tomé. Voy al salón a leer un rato — le digo, sintiéndome culpable—. En...