La enfermedad de las letras
Oculto, oscuro, encerrado en algún renglón. Mágico y tarugo, despierta jurásico, bajo el sol de otra creación. Los labios teñidos por el bruno color de la tinta, la pobre criatura quería comer letras, y todavía no sabía que esa no era la forma de ingerirlas. Tenía la enfermedad, esa con la que sueles ganarte motes...