DE GRETA Y OTROS OFICIOS DE CANTINA
Cuando Greta abandonó definitivamente la casa donde vivía, ya sabía que su destino era trabajar de prostituta en alguna cantina de mala muerte o en un sex-shop. Greta, una hembra grande y seductora, con una mirada salvaje. Los hombres de la cantina se acercaban a ella a jalarle el sexo con un flirteo queriendo consagrarse...