¿En qué puedo ayudarle?
– ¡No tengo televisor señorita! Ha pasado más de una semana y estamos en el sofá chupándonos el dedo…”- Ni los gritos de sufrimiento indescriptible de aquella mujer, por haberse perdido ya más de dos días seguidos su programa de cotilleo favorito, conseguían que saliera del sopor en el que se encontraba. Al otro lado...