Pan y tocino.
Tan pronto el mosén cogió el pan y lo repartió entre ellos, tan pronto como deglutió aquella oblea amarillenta supo que se acabó su infancia. Tan pronto como el cura dio gracias a Dios y les entregó la sangre, tan pronto como le reprocharon con una ostia los dos tragos de vino se convirtió en...