¿Podemos hablar de algo?
-El pan está duro. -Fue lo que dijo en un corto movimiento, para luego continuar mirando por la ventana. Su cráneo daba la impresión de pesar lo mismo que una pluma, apoyado en su mano con desinterés. Para disgusto de la mujer, el inocuo antejardín le robaba toda la atención. No era la respuesta que...