Beso robado
Sancha andaba meditabunda por el bosque, sin rumbo. En busca de alguna raíz que masticar, quizás alguna fresa silvestre. Las cosechas no habían sido buenas y las recaudaciones del rey seguían siendo abusivas. Su cuerpo huesudo y sucio, ocultaba un rostro fino y armónico bajo una mata de pelo enredado del mismo color del barro...