Aquella almohada
Aquellos labios temblorosos, perdidos y cansados aterrizaron en su frente infantil y la hicieron descansar, borrando las tensiones amargas tan impropias de su edad. Pamela sonrió y, aferrandose a la almohada que por tanto tiempo la había acompañado en las noches solitarias y grises, pudo soñar de nuevo como lo hubiera hecho un par de...