NOS VEMOS EN EZEIZA
La pantalla del celular titiló y envió un mensaje de voz, cargado de confidencias. “Tenés que acordarte de Alejandro, el de rulos rubios que conocí a los quince, cuando iba a visitarte en los veranos. Nos habíamos visto en el colectivo que iba al centro chiquito de la ciudad. Nos encontrábamos en cada esquina, en...