Mañana será tarde
Jacobo recordó las sabias palabras que siempre escuchó decir a su padre siendo niño: «No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy», que él las adecuó como «mañana será tarde», cada vez que la flojera le invitaba a abandonar lo que estaba haciendo y la mujer gorda que le revolvía los sesos, le recordaba...