Nuestra Ballena
Extraviarnos fue un regalo, un primer susto de perder la ruta para luego encontrar la fuerza del viaje. La mañana anterior nos adentramos en la cordillera, buscando la oportunidad de respirar, de darle aire también a nuestra relación. Caminamos durante horas por el sendero, descansando a ratos en vertientes donde nos abastecíamos de agua que...