El botón del pantalón
A brinquillos saltaba Rubén hacia la pileta. Su ropa había quedado entre jabón y agua. ¡Rubén! «Gritó su madre a puerta abierta». Rubén volteó lentamente y en repentina sorpresa recibió un santo golpe en la mejilla. ¡He dicho que no vuelvas a dejar la ropa en la pileta! «Replicó su madre». Rubén sonrió con la mejilla...