¡Mm, qué merendilla!
Chocolate negro, bollos de mosto, sopan vino o arrope de calabaza. ¡Meriendas a cual más rica! Aún recuerdo más sabrosos bocados de las tardes de mi infancia. No eran solamente sabores sino afectos, ahora tengo conciencia plena. Se imbricaban tres generaciones, mi abuela las elaboraba, mi madre las repartía y yo las paladeaba con mis...