El paciente crítico
¿Piensas que te hago bien? No me hagas reír. Eres muy iluso. Estás ahí; tumbado, sin poder moverte, y nadie se digna ni a saludarte. En parte es gracias a mi, diría que me siento culpable, pero no soy como para padecer. Apenas necesitan tocarte para saber tus pulsaciones, tus respiraciones por minuto, tu saturación...